En el corazón de la Comarca Andina, entre los paisajes serenos de Lago Puelo, El Hoyo y Las Golondrinas, operó una banda criminal que sembró el miedo durante varias semanas del verano pasado. Roberto Adrián Bonnefoi, uno de sus miembros más activos, fue condenado esta semana a 8 años y 10 meses de prisión por tres hechos de robo agravado.

Los hechos se resolvieron mediante un juicio abreviado, luego de que Bonnefoi aceptara su responsabilidad y la pena propuesta por la Fiscalía y su defensa. Pero la historia aún no cierra del todo: Jonathan Isaías Almada, otro de los implicados, enfrentará un juicio por jurados, mientras que el tercer integrante de la banda permanece prófugo desde enero, tras huir de la comisaría de Cholila.

El primer golpe: violencia en “El Pedregoso”

La serie delictiva comenzó el 19 de febrero de 2024, cuando Bonnefoi y sus cómplices irrumpieron en una vivienda ubicada en el sector de “El Pedregoso”, sobre la Ruta Nacional 40. Amenazaron al dueño de casa con un arma de fuego, lo ataron con cables de teléfono y plancha, y saquearon la vivienda antes de darse a la fuga.

La violencia no fue improvisada. El accionar estaba calculado, y la brutalidad era parte del plan. La víctima quedó reducida e indefensa, mientras los delincuentes escapaban con objetos personales y electrónicos.

Segunda parada: encierro y amenazas en El Hoyo

Diez días después, el 29 de febrero, el blanco fue una pareja de El Hoyo. Esta vez, los atacantes utilizaron cables y cinturones para reducir a las víctimas, a quienes amenazaron para obtener dinero y las claves de un comercio. El robo no terminó sin antes encerrarlos en el baño, llevándose celulares, dinero y joyas.

La caída: intento de fuga frustrado en Las Golondrinas

El último episodio de esta cadena fue el 5 de marzo a las 22:05, en Las Golondrinas. Los agresores irrumpieron en otra vivienda, armados y violentos. Maniataron a la pareja residente, los golpearon y sustrajeron objetos de valor. Intentaron escapar en una camioneta, pero no lograron ponerla en marcha. La policía llegó a tiempo, detuvo a los delincuentes y evitó una nueva fuga.

Justicia parcial y un prófugo suelto

Con la condena a Bonnefoi, se cierra parcialmente uno de los capítulos más oscuros de la criminalidad reciente en la Comarca Andina. Aún resta conocer el destino de Almada, mientras la comunidad sigue esperando la captura del tercer integrante de esta banda violenta que operó con impunidad, hasta que el destino —y la justicia— los alcanzó.

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