La Zeta congelada y los cerros nevados ofrecen una postal única de la Patagonia cordillerana. Durante esta época, podés disfrutar de caminatas con raquetas sobre senderos nevados, observar aves desde el observatorio del Rincón de las Aves, tomar increíbles fotografías con vista al cerro La Hoya y al cordón Esquel, o simplemente dejarte llevar por el silencio del invierno.

La Reserva cuenta con una red de senderos señalizados, ideales para caminatas en familia, salidas cortas o recorridos más amplios. Desde la glorieta principal se accede a dos miradores: uno con vistas a la laguna y al Cerro La Torta, y otro que regala una panorámica inigualable de Esquel y el Cordón Nahuelpán. También podés llegar caminando por el sendero del arenal, que atraviesa bosques comunales y vegetación nativa.

Importante: No camines sobre el hielo

En días muy fríos, la superficie de la laguna puede congelarse, formando un espectáculo visual fascinante. Sin embargo, recordamos a la comunidad y visitantes que no está permitido ingresar ni caminar sobre los espejos de agua congelados, ya que el hielo puede quebrarse y representar un riesgo grave para tu seguridad.

Aunque parezcan seguros, los espejos de agua congelados son peligrosos. No pongas en riesgo tu vida ni la de tu familia.

Desde 2013, La Zeta es un área natural protegida bajo ordenanza municipal, con manejo equivalente a “paisaje protegido”. Por eso, es fundamental respetar la cartelería informativa, cuidar el entorno y disfrutar de este lugar tan especial con responsabilidad y conciencia ambiental.

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