La reciente Resolución 460/2025 del Senasa puso fin a más de dos décadas de barrera sanitaria que impedía el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa hacia la Patagonia, históricamente reconocida como zona libre sin vacunación. La medida fue recibida con alivio por los consumidores, que vieron caer los precios de los cortes más populares, pero con preocupación por parte del sector rural, que advierte riesgos sanitarios y económicos profundos.
El efecto inmediato en góndolas
Según una nota del Diario de Río Negro, la llegada de carne con hueso ya generó un descenso de hasta el 50% en el precio del kilo de asado en Neuquén y Río Negro. Algunas cadenas comenzaron a ofrecer el corte a $11.999, frente a los $17.850 del asado sin hueso registrado previamente por el INTA.
La expectativa comercial apunta a que este nuevo flujo de carne descomprima la presión inflacionaria en el mercado cárnico patagónico, que históricamente ha operado con valores por encima del promedio nacional.
“No es sostenible y es un riesgo sanitario”
En diálogo con el programa Otra vuelta de tuerca, el presidente de la Federación de Sociedades Rurales del Chubut, Osvaldo Luján, se mostró crítico con la medida. “No hubo el diálogo esperado”, afirmó, señalando que el levantamiento de la barrera fue inconsulto y contradice el compromiso previo de seguir trabajando con el sector.
Para Luján, el mayor peligro es el sanitario: “Esto pone en jaque nuestro estatus libre sin vacunación, lo que afecta las exportaciones, especialmente del mercado ovino de Santa Cruz y Chubut”.
Además, cuestionó la supuesta baja de precios: “Hablan de $14.000 el kilo de asado, pero es el mismo valor que pagamos hace tiempo en Comodoro. No veo la diferencia, ni creo que se sostenga. Esto es una jugada comercial inicial”.
Riesgos de largo plazo
El referente ruralista remarcó que “la fiebre aftosa sigue siendo un riesgo real”, citando brotes recientes en Turquía, Alemania y Eslovenia, y recordó que el propio Senasa mantiene la doble vacunación en el norte del país por precaución.
“¿Estamos tan seguros como para arriesgar nuestro estatus sanitario a cambio de una baja de precios pasajera?”, se preguntó Luján, y propuso en cambio que Argentina avance hacia un país libre sin vacunación, como han hecho Brasil y Bolivia.
Caminos legales en marcha
Frente a la Resolución ya vigente, Luján confirmó que “la Federación de Río Negro presentó un amparo, y tanto la provincia de Chubut como nuestra Federación están evaluando seguir ese camino judicial”.
La disputa promete escalar, enfrentando dos intereses legítimos pero en tensión: el de los consumidores que buscan aliviar sus bolsillos y el de los productores que defienden la sanidad animal como base de la producción y exportación.
En Esquel y la zona, por ahora expectativas
En un recorrido por carnicerías de Esquel y la zona, aún no se verifica el ingreso de carne con hueso proveniente del norte del país, amparado por la nueva normativa sanitaria. Sin embargo, el anuncio de la flexibilización ya genera expectativas entre los consumidores, que comentan la posibilidad de que la competencia en el mercado derive en una baja de precios, especialmente en cortes populares como el asado, en una región donde el costo de la carne ha sido históricamente elevado.
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