El silbatazo inicial marcó un antes y un después para el Club San Martín: primer partido como local en un torneo federal. La jornada, cargada de expectativa y orgullo institucional, encontró también la dureza de la categoría ante un rival reforzado y con ambiciones claras de ascenso

Con un trámite parejo y alta intensidad, el quiebre llegó por una desatención: no se cortó a tiempo un contraataque y el rival capitalizó. Ese momento puntual terminó marcando la historia del encuentro.

Jugar con diez y competir igual

La expulsión en el complemento condicionó el plan para buscar la igualdad. Aun así, el equipo se reordenó, compitió y rozó el empate. “A veces aparece la ingratitud del fútbol: hicimos méritos y no alcanzó”, resumieron desde el club.

Mientras el adversario apuesta por refuerzos clave, San Martín sostiene su identidad con un equipo genuino. La zona es exigente, pero el plantel y el cuerpo técnico confían en “dar pelea en todos los escenarios” y convertir el aprendizaje en puntos.

La derrota ajustada no borra el logro institucional: debutar en casa en un Federal y estar a la altura. El deseo puertas adentro es claro: que este primer paso sea el inicio de muchos federales en San Martín.

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