Lewis remarcó que los aumentos firmados a nivel provincial son insuficientes y que la paritaria sectorial no ha sido retomada, pese a los reclamos constantes desde la seccional Esquel: “Necesitamos negociaciones reales. No se ve empatía ni voluntad política de resolver los problemas estructurales del Estado. Nos preocupa más la falta de acción que las promesas incumplidas”, sostuvo.
El delegado detalló que los trabajadores de la ex Ley 1987, a la que pertenece el sector, carecen de convenio colectivo, lo que los deja a merced de decisiones unilaterales del gobierno de turno. También denunció descuentos injustificados y retrasos en respuestas a recursos jerárquicos, además de la ausencia de un director general para el Registro Civil, situación que profundiza la acefalía en la conducción del área.
En cuanto a los ingresos, explicó que un trabajador ingresante percibe alrededor de 740 mil pesos, mientras que un agente con más de 20 años de antigüedad no supera el millón, sin posibilidad de adicionales ni recategorizaciones: “Nuestro sueldo básico representa apenas un tercio del total. Esto perjudica directamente al momento de jubilarnos, cuando el haber se calcula en base al básico”, explicó.

Advirtió que el sector dejó en suspenso las medidas de fuerza como gesto de buena voluntad tras la renuncia del anterior director, pero no descartó retomarlas: “No queremos medidas de fuerza, pero la situación es crítica y se vuelve un imperativo moral reclamar”
Además expresó su preocupación por el estado precario de las nuevas instalaciones donde actualmente funciona el organismo, y denunció la falta de condiciones edilicias mínimas para brindar una atención digna, tanto para los trabajadores como para la ciudadanía.
“Estas oficinas no son adecuadas para una ciudad con la cantidad de habitantes que tiene Esquel. Nos trasladaron con el argumento de reducir costos, pero el deterioro es evidente. Ni siquiera se cuenta con una división estructural adecuada entre la sala de espera y la zona de trámites”, explicó Lewis, al señalar que los muros internos son placas de durlock sueltas, sin el mínimo acondicionamiento.
Uno de los reclamos más graves apunta al estado del sector de archivos, que resguarda documentación histórica de gran valor: “Estos libros son patrimonio cultural de la ciudad. Aunque haya duplicados en Rawson, los originales tienen firmas únicas y datos insustituibles. Están almacenados en condiciones inadecuadas y el deterioro avanza día a día”, advirtió.
Lewis insistió en que las soluciones no requieren grandes inversiones: “No pedimos una obra millonaria. Un mueble adecuado para preservar documentos o una intervención mínima para ordenar los espacios ya haría una gran diferencia. Lo que falta es voluntad política y gestión”, dijo.
En cuanto al ánimo del personal, el delegado describió una situación de desazón y hartazgo ante la falta de respuestas estructurales y salariales, en un contexto donde no existe un convenio colectivo de trabajo que regule la actividad del sector.
Finalmente, recordó que incluso sectores que han logrado convenios, como la Dirección de Bosques, también enfrentan incumplimientos en las negociaciones paritarias, lo que profundiza la desconfianza hacia las autoridades provinciales: “Lo del Registro Civil no es un caso aislado. Refleja la descomposición general de la administración pública y la falta de compromiso con quienes la sostienen todos los días”, concluyó.
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