Según explicó Méndez, estas residencias —que forman profesionales como psiquiatras, psicólogos, musicoterapeutas y terapistas ocupacionales— eran financiadas en forma conjunta entre Nación y Provincia. “Con el retiro de los aportes nacionales, el Gobierno Provincial se vio obligado a reducir drásticamente la cantidad de cupos”, afirmó.
En años anteriores, Chubut contaba con entre 7 y 9 cupos anuales para nuevos ingresantes a estas formaciones, pero en 2024 solo se abrieron 2, lo que representa un retroceso concreto en la construcción de equipos interdisciplinarios que atiendan las problemáticas de salud mental en el territorio.
“Estas residencias son fundamentales porque permiten que los profesionales se formen en territorio, conociendo las particularidades de nuestra provincia, que tiene zonas rurales, la meseta, comunidades dispersas y realidades diversas”, subrayó Méndez. Además, recordó que la legislación vigente en salud mental —tanto nacional como provincial— promueve un modelo interdisciplinario y comunitario, contrario al enfoque centrado únicamente en la atención individual en consultorio.
La concejal también advirtió sobre el colapso que vive el sistema público, donde ya hay una grave escasez de profesionales de salud mental, y señaló que en el sector privado la situación no es mejor: “Las obras sociales no siempre cubren los tratamientos, y muchos profesionales optan por no trabajar con ellas”.
“La salud mental no puede limitarse a la atención de una crisis o una patología. Debe incluir prevención comunitaria y acompañamiento desde una perspectiva integral”, enfatizó.
Méndez finalizó su mensaje reiterando la necesidad de sostener e incluso ampliar las residencias como política pública: “Nuestra provincia necesita más profesionales formados en salud mental, no menos. Las consecuencias de estos recortes ya se están viendo, y son muy graves”.
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