La Cámara Penal de Trelew ratificó, en fallo dividido pero contundente, la responsabilidad penal de la exministra de Desarrollo Social de Chubut, Cecilia Torres Otárola, en la ya famosa causa conocida como “ñoquis calientes”. Aunque los camaristas la absolvieron en uno de los cargos que enfrentaba, confirmaron el resto de los delitos por los que había sido condenada en primera instancia.

Así, la exfuncionaria deberá cumplir una pena de dos años y ocho meses de prisión en suspenso, estará inhabilitada de forma permanente para ejercer cargos públicos y deberá pagar las costas del proceso. La resolución, firmada por los jueces César Zaratiegui, Adrián Barrios y Alejandro Defranco, también alcanzó a otros cuatro imputados: Silvana Cañumil, Mara Rodera, Facundo Solari Rodera y Miguel Reto Trelles.

En el fallo, los jueces remarcaron que los nombramientos de estas personas fueron puramente simbólicos, sin tareas asignadas ni contacto con estructuras del ministerio. Incluso calificaron las excusas presentadas por los imputados como “tibias” y carentes de todo respaldo documental o lógico.

La investigación judicial había determinado que los implicados cobraban sueldos públicos sin contraprestación alguna, y que en algunos casos existieron exacciones ilegales, como la devolución obligada de parte de los haberes a la propia ministra.

En su descargo, la defensa había solicitado la revisión del fallo original. Sin embargo, para el fiscal general Omar Rodríguez, la sentencia fue sólida y fundada en una «valoración conglobada de la prueba». Los camaristas coincidieron con esa apreciación, desestimando los planteos de los abogados defensores.

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