La joven boxeadora Milagros González, oriunda de Esquel, se consagró recientemente en una pelea intensa y pareja ante una rival de la prestigiosa escuela de boxeo de Omar Narváez, uno de los apellidos más importantes del boxeo argentino. A pesar de los nervios iniciales, Milagros supo imponerse en el ring y quedarse con una victoria muy valiosa.

“Fue una pelea dura, pero muy linda. Logramos lo que soñábamos: ganar. El segundo round fue el mejor para mí y el tercero muy parejo”, contó la deportista, con emoción y humildad.

Nuevo equipo, nuevos desafíos
En esta etapa, Milagros comenzó a entrenar con Rodrigo Peláez, con quien ya formó un binomio técnico-deportivo con proyección a futuro. Aunque apenas llevan unas semanas trabajando juntos, el vínculo ya muestra frutos. “Ella no es una boxeadora formada por mí, pero estoy feliz de poder ayudarla. Tiene disciplina y un sueño enorme. Vamos a trabajar en su categoría y en lo físico para llevarla al nacional juvenil”, explicó Peláez.

El entrenador también agradeció el acompañamiento de la Secretaría de Deportes de Esquel, que les facilitó un espacio de entrenamiento en un momento clave. “Nos dieron un lugar y eso fue determinante. Gracias a Iván, Paula y todo el equipo”, expresó.

Objetivo: el Campeonato Nacional Juvenil Femenino
Consciente de que nada se logra sin esfuerzo, Milagros apunta alto: “Lo que más quiero es ser campeona del mundo algún día. No quiero dejar el boxeo. Quiero agradecer a mi familia y a toda la gente de Esquel y Trevelin que me apoya. Vamos por más”.

Con el empuje de su entorno, el apoyo de su nueva dupla técnica y el sueño intacto, Milagros González representa el futuro del boxeo local, con identidad, talento y determinación.

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