El país entero vibraba de alegría la noche del 13 de diciembre de 2022. La Selección Argentina acababa de vencer a Croacia y se metía en la final del Mundial de Qatar. En las calles de Comodoro Rivadavia, como en tantísimas otras ciudades y pueblos, cientos, miles de personas se abrazaban, cantaban y agitaban banderas. Pero no todos llevaban la misma intención.
En plena avenida Rivadavia de la ciudad petrolera, una patrulla del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada (GRIM) interceptó a un grupo de jóvenes que marchaban con cánticos futboleros. Allí, la escena cambió drásticamente: lo que era euforia se volvió caos.
El comisario que no detuvo la agresión… y se sumó a ella
Ramiro José Huenchual Fernández, comisario a cargo del operativo, llegó en su moto al lugar donde sus subordinados ya estaban golpeando a tres jóvenes con tonfas, patadas y puños. Pero lejos de ordenar el cese de la violencia, se sumó al ataque: bajó de su moto y le propinó un golpe de puño en la cabeza a uno de los jóvenes, quien estaba de espaldas y cayó al suelo. Luego, simplemente se fue, dejando que la golpiza continuara.
La condena judicial
El pasado jueves al mediodía, el tribunal conformado por Mariano Nicosia, Miguel Caviglia y Lilian Borquez homologó el juicio abreviado y condenó al comisario Huenchual a un año y dos meses de prisión en suspenso, más dos años y cuatro meses de inhabilitación especial para ejercer funciones públicas, y reglas de conducta por el mismo período.
Huenchual admitió su responsabilidad en el hecho, calificado como “lesiones leves agravadas por ser cometidas por un miembro de la fuerza policial, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

El Ministerio Público Fiscal, representado por Ricardo Carreño, junto a la querella encabezada por Luciana Risso, referente del área de Violencia Institucional de la Defensa Pública, y la defensa del comisario, a cargo del abogado Martín Castro, alcanzaron este acuerdo que fue ratificado por los jueces.
En tiempos donde la violencia institucional sigue ocupando titulares en distintos rincones del país y despierta alarma social, este fallo busca dejar un mensaje claro: el poder no habilita la impunidad.
En el Código Procesal Penal de Chubut, un juicio abreviado es un procedimiento especial que permite al acusado admitir su culpabilidad y renunciar al juicio oral, a cambio de una pena acordada entre el fiscal, el defensor y, en algunos casos, la víctima. Este proceso busca agilizar la resolución de casos, especialmente aquellos con penas no muy graves, y evitar la realización de un juicio oral completo.