Aunque el 2025 fue turbulento y con subejecución en el último tramo, INTA ya trabaja en operatividad territorial, alianzas y en la nueva cartera de proyectos.
“Se rechazó el DNU 462/25 y volvimos a la situación previa, con el Consejo Directivo integrado por 10 representantes de los sectores público y privado, y la figura del director nacional, Ariel Pereda”, explicó Nagahama. “Estamos en proceso de reconstrucción, reactivando procesos administrativos y de campo”.
Presupuesto: del piso a la planificación
El titular regional reconoció una parálisis y subejecución en el último trimestre. “No estamos bien de presupuesto, pero hoy hablamos de operatividad en territorio y de proyectos nuevos. A comienzos del próximo año diseñaremos la nueva cartera con un escenario austero, pero con autarquía y orden”, dijo.
“Para no bajar los brazos articulamos con el sector privado, otros organismos y fondos externos. Esa forma de trabajar en emergencia dio frutos y vamos a profundizarla”, subrayó.
Nagahama valoró que no hubo despidos, aunque advirtió que la dotación es subóptima para atender una matriz productiva regional cada vez más diversificada. “Cada año surge una nueva actividad; se requiere capacitación y una red nacional de especialistas para acompañar a los productores”, indicó.
Con autonomía institucional restituida, INTA prioriza:
- Operatividad territorial y asistencia técnica.
- Alianzas público–privadas para financiar y escalar proyectos.
- Planificación de una cartera de investigación acorde al presupuesto disponible y a las demandas del sector.
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