La condena se dictó tras un juicio por jurados, en el que se consideró que González cometió un femicidio, es decir, un homicidio agravado por el vínculo y perpetrado por un hombre contra una mujer en un contexto de violencia de género. El caso fue investigado y llevado a juicio por el Equipo de Género de la Fiscalía de Esquel.
La revisión del Superior Tribunal
El veredicto llegó en consulta al STJ, cuyos ministros aclararon que, al no haberse presentado una apelación, su tarea se limitaba a revisar los fundamentos de la sentencia dictada por el juez técnico, sin poder modificar el veredicto emitido por el jurado popular.
En un acuerdo encabezado por el ministro Bustos, los jueces confirmaron la pena, argumentando que la prisión perpetua es la única sanción prevista en el Código Penal para el delito por el cual González fue condenado. Además, ratificaron la validez constitucional de esta sanción.
Violencia de género
La trágica historia de Johana nos recuerda la urgencia de actuar frente a la violencia de género. Ella había llamado a la policía en varias ocasiones, pero nunca concretó la denuncia, lo que impidió que la justicia conociera plenamente lo que estaba viviendo.
Sufrió violencia física, amenazas con cuchillo, acoso constante y vigilancia permanente. Un hecho que refleja el nivel de control ejercido por González fue que se anotó en la misma carrera universitaria que ella y alquiló una vivienda a solo una cuadra de su casa, con el único objetivo de vigilarla. En el último año y medio, las agresiones y el hostigamiento se intensificaron.
Esta sentencia representa un paso importante, pero la lucha contra la violencia de género no termina aquí. La historia de Johana es un llamado a la acción: denunciar a tiempo puede salvar vidas. No guardes silencio.
👉 Podés leer la resolución judicial relacionada en el sitio oficial del Ministerio Público Fiscal: Femicidio de Johana – culpable de homicidio calificado por el vínculo y el contexto de violencia de género

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