La pena impuesta es de 3 años y 2 meses de prisión. Durante el debate, el Ministerio Público recalificó la acusación inicial y probó la coacción ejercida sobre la víctima, además de la tenencia de un arma sin autorización.
El fallo y los hechos probados
- Según la Fiscalía, Matus amenazó a su expareja para forzarla a realizar acciones en contra de su voluntad (retirar denuncias previas y retomar la convivencia), bajo amenaza de muerte.
- En un allanamiento, la policía secuestró un arma de fuego y municiones sin documentación habilitante.
- El imputado registraba una condena previa por hechos de violencia contra la misma víctima.
El cambio decisivo en el juicio
- La causa ingresó como amenazas simples.
- En el debate, nuevos testimonios y evidencia permitieron recalificar a amenazas coactivas (cuando la amenaza busca obligar a la víctima a hacer algo).
- También se acreditó la tenencia ilegal de arma de fuego por el hallazgo y la falta de permiso.
Cómo se acreditó la responsabilidad
- Testimonio de la víctima, valorado como contundente y creíble por el juez.
- Declaraciones de personal policial que constató el estado de angustia de la mujer.
- Informe pericial de psicología forense, que descartó indicadores de fabulación o mendacidad.
- Prueba material: arma y municiones en el sitio señalado por la víctima.
Agravantes y pena
El tribunal ponderó, entre otros elementos:
- El conocimiento del acusado sobre la disponibilidad del arma, potenciando la verosimilitud de la amenaza.
- La indefensión de la víctima.
- El marco de violencia de género que rodeó todo el suceso.
Pena: 3 años y 2 meses de prisión.

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