El Ejecutivo municipal, a través de Desarrollo Productivo (referente municipal) y junto a Sonia Correa (ONG local), desarrolla desde hace seis meses un proyecto para transformar residuos textiles en insumos y productos con valor social, ambiental y económico.
Claves del proyecto
- Objetivo: convertir un material desvalorizado en oportunidad mediante economía circular y empleo verde.
- Articulación: Municipio (referente de Desarrollo Productivo), ONG local (Sonia Correa), GIRSÚ (Mariana López Rey) y AINI.
- Base operativa: nuevo Centro de Valorización de Materiales (GIRSÚ), donde materiales limpios llegan clasificados y se reutilizan sin pasar por la planta.
- Enfoque social: inclusión de personas con discapacidad y en vulnerabilidad, más un rol central como centro de educación para la comunidad.
¿Qué se hará con la ropa?
- Reuso directo: prendas en buen estado para familias y ferias comunitarias.
- Reciclaje textil: elaboración de frazadas, alfombras, cuchas y almohadones para mascotas, y otros productos.
- Proyectos abiertos: convocatoria a emprendedores, modistas y talleres que generen ideas y sumen residuos textiles como materia prima.
“La ropa no es basura: si no sirve para vestir, puede volver al circuito como nuevo producto”, subrayaron desde la organización.
Por qué importa
- El residuo textil contiene microplásticos y tintas con metales pesados: su mala disposición contamina.
- Con material limpio y trazabilidad, se mejora el valor de los fardos y se bajan costos de traslado y mantenimiento.
- El proyecto busca escala: ampliar el espacio, comunicar a la comunidad y sumar soluciones locales con apoyo de AINI.
Cómo sumarse
- Proponen ideas, saberes y oficios (p. ej. modistas con recortes y retazos).
- Se coordina desde Desarrollo Productivo y GIRSÚ para integrar proyectos y proveedores de material.
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