La historia de Benjamín Müller es la de un sueño cumplido, forjado con esfuerzo, pasión y el incondicional acompañamiento de su familia. Con apenas 19 años, el jugador formado en el Esquel Rugby Club debutará este sábado en la Primera División del Curupaytí Club de Rugby, que compite en la Primera División A de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), la segunda categoría más importante del país.
Müller lleva el rugby en la sangre: es nieto del fundador del deporte en Esquel, quien llegó a la ciudad en 1960 y sembró la semilla de este deporte en la región. Desde los 8 años, Benjamín creció entre canchas, entrenamientos y camaradería, jugando en Esquel Rugby Club, pasando por todas las divisiones infantiles y juveniles, y siendo seleccionado dos veces por la Unión de Rugby de los Lagos.
En 2024, dejó su ciudad natal para instalarse en Buenos Aires, continuando allí su carrera deportiva. Integró el plantel de Menores de 19 de Curupaytí y este año ingresó al plantel superior. El camino fue intenso: seis partidos en Preintermedia F, luego cuatro en Intermedia, hasta llegar a este histórico debut en Primera.
El acompañamiento familiar fue clave en todo este recorrido. Andrés Müller, su papá, recuerda con una sonrisa: “En casa estamos expectantes, nerviosos, por supuesto. Benja jugaba al fútbol y yo lo quería llevar a la cancha de rugby. Mariana, su mamá, me decía: ‘No, rugby no’. Y bueno… ya está, ya pasó: rugby sí”.
El debut de Benjamín no solo es celebrado en Curupaytí y Esquel Rugby Club, sino también por toda una comunidad que lo vio crecer y hoy lo verá dar un nuevo paso en su carrera.
📺 El partido podrá verse en vivo a partir de las 15.30 horas a través de YouTube:
https://www.youtube.com/live/8FLlHmBCv9Q?si=f3QMg3T5_V5So85b, una oportunidad para seguir apoyando a los esquelenses que triunfan fuera de la ciudad.
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1 comentario en «Con 19 años, Benjamín Müller debutará en la Primera de Curupaytí»
Conocí a Roberto Muller cuando comenzamos una nueva etapa en el rugby cordillerano, allá por 1981. Él desde Esquel y yo y otros amigos desde Bariloche. En ese momento iniciamos una lejana amistad.
Después de muchos años regresé a vivir a Buenos Aires y mi querido Curupayti.
Nos reencontramos como espectadores en un partido de Curupa.
Este año me enteré que su nieto jugaba en Curupa. Comencé a seguirlo y su juego de ataque y defensa me admiró en un chico tan joven. Ayer debutó en primera. Un jugador con gran futuro.
Un placer verlo jugando «arriba» recordando el espíritu de su abuelo Roberto.