Durante la entrevista, Selva señaló que los precios ya están muy ajustados, dejando poco margen de maniobra entre el piso y el techo tarifario: “Las tarifas están en función de los costos. Lo difícil es que el piso y el techo están muy cerca, no hay mucho margen. Hay gente que compara con Bariloche, pero nuestros costos —luz, gas, impuestos— son igual de altos que allá. Entonces, no podemos cobrar menos solo porque somos una plaza más chica”.
El dirigente comercial enfatizó que los servicios que se ofrecen en Esquel son de calidad, pero que el problema no es de competencia sino de estructura de costos operativos: “Abrir un negocio en Esquel tiene un costo fijo muy elevado. Eso nos obliga a ajustar tarifas para no trabajar a pérdida”.
Respecto al movimiento turístico, mencionó que si bien hay algunas consultas para la temporada de tulipanes en octubre, todavía es prematuro hablar de una demanda sostenida, y advirtió que se perciben menos consultas que el año pasado, lo que genera preocupación en el sector.
“Estamos todos en alerta. El enfoque va a tener que ser sobre los costos. Antes, la inflación desdibujaba todo. Ahora, en este nuevo contexto, se vuelve clave poder calcular y controlar bien los costos si queremos sostener la actividad”, concluyó Selva.
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