Según detalló, el entendimiento contempla un incremento de 0,5% en septiembre y 1,6% en octubre sobre el módulo, además del pago del adicional por rendimiento y prestación de servicios al 50% desde julio hasta octubre, que había quedado pendiente. “Eso significa alrededor de 60 mil pesos más en el bolsillo, aunque no forma parte del cálculo del aguinaldo”, precisó.

Catrinao remarcó que el aumento real sobre el básico es mínimo: “El impacto es apenas del 2,11%. Lo que pedimos es recomponer el salario de fondo, porque al final del día lo que el trabajador se lleva a su casa es su sueldo, y hoy sigue siendo insuficiente frente a la inflación”.

El dirigente destacó que el Gobierno se comprometió a reanudar la paritaria a fines de septiembre, justo antes del inicio de la temporada de incendios. “Con la falta de precipitaciones y las condiciones actuales, creemos que lamentablemente se va a anticipar la temporada. Por eso necesitamos certezas salariales para los brigadistas, que somos quienes enfrentamos el fuego en el terreno”, señaló.

Si bien valoró que la negociación se haya realizado en Esquel, Catrinao advirtió que en la mesa no estuvieron presentes funcionarios con poder de decisión política y económica, lo que retrasó las definiciones. “Tuvimos que pasar por tres cuartos intermedios hasta cerrar el acta. Esperamos que en septiembre sí haya una respuesta concreta a nuestras demandas”, concluyó.

Otros reclamos pendientes

Además del aspecto salarial, los brigadistas remarcan la falta de personal suficiente, la postergada creación de una base propia en Esquel, y la necesidad de avanzar con el convenio colectivo de trabajo. También advierten sobre la situación de compañeros próximos a jubilarse que aún no reúnen los años de aporte, y sobre las deficiencias de infraestructura en distintas sedes del Servicio de Manejo del Fuego.

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