La directora de Espacios Verdes, Carolina Lemir, señaló que las bajas precipitaciones y nevadas registradas este año se enmarcan en una tendencia de largo plazo que exige un cambio cultural en el uso del agua. “Necesitamos prepararnos como comunidad para enfrentar años muy difíciles en materia hídrica”, remarcó.
Desde el INTA, Teresa Schinelli informó que, según registros desde 1970, las precipitaciones anuales en la zona disminuyeron en promedio 200 mm, y que en lo que va de 2025 solo se acumuló el 40% del agua esperada. El meteorólogo Ezequiel Marcucci añadió que junio fue el más seco desde la década del 60 y que no se espera una recuperación significativa en los próximos meses.
El jefe del Servicio Sanitario de la Cooperativa, Mauricio Mateos, advirtió que la ausencia de nieve en el cordón Esquel compromete la reserva para el verano y pidió a la población revisar tanques domiciliarios, reparar pérdidas y reducir consumos. Además, anunció medidas como regulación de presiones, mantenimiento de captaciones y fomento de la micromedición.
Por su parte, Leandro Casas, del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, alertó que la falta de agua incrementa el riesgo de incendios y exhortó a las familias en zonas de interfaz a reducir material combustible alrededor de sus viviendas.
Desde la Unidad Ejecutora de Proyectos Municipales, Iván Pereira adelantó que se impulsarán ordenanzas, campañas educativas y proyectos de reutilización de agua para riego, junto a la posibilidad de declarar la emergencia hídrica.
Las instituciones coincidieron en que el panorama obliga a la concientización inmediata de la comunidad y al trabajo conjunto para preservar el recurso, ante la posibilidad de que el déficit se repita o incluso se agrave en los próximos años.
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