Abuso sexual a una niña: cámara Gesell y pericias psicológicas, claves para pedir la condena del imputado

La Fiscalía solicitó una condena de prisión efectiva por abuso sexual simple, tras un juicio en el que la principal prueba fue la declaración en Cámara Gesell de una niña que tenía 5 años al momento de los hechos.

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El Ministerio Público Fiscal concluyó la presentación de su caso en el juicio oral contra un hombre acusado de abuso sexual simple (manoseos con connotación sexual), cometido contra una niña en un campo familiar entre febrero y marzo de 2020.

Según la acusación, el lugar era un espacio de descanso y confianza para la familia, donde el imputado solía compartir momentos a solas con la niña, de apenas 5 años al momento del hecho. El episodio ocurrió, según la Fiscalía, durante una tarde de juego en la que el hombre aprovechó para tocarla indebidamente.

El testimonio protegido, eje del caso

El punto central de la acusación fue la declaración de la víctima, tomada en una entrevista en Cámara Gesell, bajo condiciones de resguardo. Allí la niña identificó al presunto agresor por su apodo y describió detalles del hecho y del entorno, lo que, para la Fiscalía, refuerza la credibilidad de su testimonio.

En este tipo de delitos, donde no existen testigos directos, la ley contempla la llamada “amplitud probatoria”, que permite valorar especialmente el relato de la víctima cuando es coherente y se encuentra respaldado por otras pruebas.

Pericias y testimonios que respaldaron el relato

Durante el debate se presentaron testimonios familiares que confirmaron que la niña manifestó signos de trauma poco después de los hechos.

Una pericia psicológica oficial concluyó que su relato era válido, coherente y consistente con un abuso sexual, determinando que los síntomas observados coincidían con un trauma post abuso.

La procuradora de Fiscalía, Cecilia Bagnato, pidió al tribunal que se declare la responsabilidad penal del imputado, se imponga una pena de prisión efectiva y se lo declare reincidente.

La defensa pidió absolución por el beneficio de la duda

Por su parte, la defensa centró su estrategia en sembrar la duda razonable, argumentando que la acusación no logró probar la autoría más allá de toda duda.

Cuestionó la identificación por apodo, señalando que no se acreditó que ese nombre perteneciera exclusivamente al acusado, y subrayó la falta de pruebas externas que confirmen el relato.

Finalmente, solicitó la absolución del imputado aplicando el beneficio de la duda.

El tribunal dará a conocer su veredicto en los próximos días.

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